Bienvenido navegante sin estrellas...por estos lados las palabras serán de otros porque a veces resulta más fácil así y porque no siempre mis palabras alcanzan...varias veces me quedo sin ellas...

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Terapia de soledad - fragmento. Mario Benedetti

Querido mío: Aquí estoy, en mi isla, que no es exactamente eso, ya que no está rodeada de mar sino de vegetación, de árboles, de campo propiamente dicho. Pero es una isla en sentido espiritual. Aunque tampoco es eso, ya que estoy rodeada de lejanas presencias y cercanas ausencias, del recuerdo de otros y de las corrientes de mi propia memoria. ¿Te parezco complicada? Puede ser. Bien sabés que de un tiempo a esta parte sentía la necesidad de aislarme, de reencontrarme con mi soledad perdida (Marcel Proust viejo y peludo!). Por suerte lo entendiste y te confieso que esa comprensión aumentó mi amor (y también mi respeto) hacia vos. Estoy convencida de que el respeto por la soledad del ser amado es una de las menos frecuentes pero más entrañables formas del amor, ¿no te parece?